Veo como algo normal, coherente y humano el miedo a los desafíos que puedan pesar sobre los estudiantes cuando se vean frente a el nuevo modo de estudio, en este caso particular, la educación virtual.
El desarrollar ese tinte autodidacta, que, creo yo, va de la mano con el amor por el estudio es la meta para realizarse en este nuevo sistema. Se domina eso, se tiene ya en la mano la gran herramienta; no faltan palabras para ponerlo.
El tener esta característica antes de entrar puede que incluso motive a evadir la educación tradicional y se ingrese a esta y no verla como un desafío, sino como una continuidad (creo que quizás este sea mi caso).
Los compañeros que hayan pasado por el viejo sistema y estén acostumbrados a el, tendrán que desarrollar por completo esa linea, no deben ser culpados, considero que el viejo sistema puede causar apatía, falta de responsabilidad, etc.
Existen personas a las cuales este sistema les parezca intocable, un paradigma, lo mejor; tendremos que sortear estas ideas cada uno a su manera, con acciones en nosotros mismo veremos lo positivo del cambio.
No hay nada más cercano a el antiguo amor al saber, a el aire intelectual que esta manera de aprendizaje.
Como dice el investigador Alexandre de Pomposo «No existe mayor acto de pensamiento virtuoso que el autodidactismo», lleguemos el.